La industria cosmética se caracteriza por una continua demanda de renovación y de nuevos e innovadores ingredientes cosméticos para el desarrollo de nuevos productos. Dentro de la búsqueda de nuevos principios activos, el estudio de extractos y compuestos naturales es de
gran interés, debido a la valoración positiva que los consumidores tienen de ellos con respecto a los sintéticos. Por otro lado, el aprovechamiento y revalorización de los subproductos de la industria agroalimentaria es, sin lugar a duda, una estrategia con consecuencias positivas a nivel económico y medioambiental.
En este contexto, el grupo de Diseño y Desarrollo de Molecular Bioactivas del IDiBE, dirigido por el Dr. Vicente Micol, acaba de publicar su nuevo trabajo sobre cosmética. El trabajo titulado “Sweet cherry byproducts processed by green extraction techniques as a source of bioactive compounds with antiaging properties”, cuya primera autora es Luz Agulló-Chazarra ha sido dirigido por los doctores María Herranz-López y Enrique Barrajón-Catalán y publicado en la prestigiosa revista Antioxidant (enlace de la publicación). Así mismo, ha contado con la colaboración de la Universidad de Granada y el Centro de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional (CIDAF).
Este estudio parte del aprovechamiento de uno de los subproductos de la industria de la cereza, en concreto, de los “rabos de cereza”, esos pequeños trocitos de tallo, que lejos de ser algo inútil, pueden ser una fuente de nuevos ingredientes bioactivos. En el trabajo se ha determinado la capacidad antioxidante y fotoprotectora de tres extractos obtenidos a partir de esa materia prima mediante diferentes técnicas de extracción. En base a los resultados obtenidos en sucesivas fases de cribado, se ha conseguido caracterizar analítica y funcionalmente el que presentaba unos mejores niveles de bioactividad.
Este extracto, denominado scSFE, presenta una alta capacidad antioxidante determinada mediante diferentes ensayos y protege frente a radicales libres y el estrés oxidativo, aspectos muy valorados pro la industria cosmética. También presenta actividad antienvejecimiento y de mantenimiento de la salud de la piel. Estas actividades fueron determinadas mediante el estudio de su capacidad modulatoria sobre enzimas relacionadas con el envejecimiento de la piel. Por último, el extracto scSFE es capaz de reducir el daño efectuado por la radiación UVA y UVB, ya que inhibe la generación de radicales libres que esta radiación produce.
La amplia caracterización realizada en este trabajo permite finalmente proponer al extracto scSFE como un buen candidato para ser considerado principio activo para el desarrollo de un nuevos productos dermocosméticos.